Domingo
Uno de esos tranquilos domingos, leyendo a Petrarca, jugando con la plantilla de esta página, escuchando a Suzanne ( Oh Mom, I wonder when I’ll be waking / It’s just that there’s so much to do / And I’m tired of sleeping). Algo de vida social más adelante. Quizás poder volver al cine por primera vez en meses (al fin se acaba el maldito verano).
¿Veis? Escribo de libros y domingos. ¿Vuelvo a esconderme? No lo creo. Ahora cada vez quedan menos lugares donde ocultarme. Me hicieron ver hace poco que ese es uno de los motivos de este blog: abandonar las máscaras, obligarme a reflexionar sobre mí mismo, sobre el por qué de tantas acciones, y, sobre todo, de tantas no-acciones.
( Let’s tell the future / Let’s see how it’s been done. / By dreams. By the features. By letters. / By dropping hot wax into water)
Se me dijo ayer, mientras se instalaba el MacOSX en un viejo G3 de los 90’s, que mis acciones solían responder más a criterios estético-morales que a cualquiera de las dos cosas consideradas por separado. Supongo que es cierto. ¿Buscando el viejo ideal griego?