Nostalgia del Reino

Terrores

Todavía en algunas ocasiones, en la cama, solo en la oscuridad, me acecha uno de mis viejos temores infantiles: hay alguien más en el cuarto, figuras que me observan. Si abro los ojos y observo puedo verlas, fingiendo ser una silla, un perchero, escondidas tras estanterías o umbrales, creyéndose invisibles.



A veces, aterrorizado, tengo incluso que encender la luz. Entonces, avergonzado, intento ponerme excusas a mí mismo: tengo que ir al baño, beber agua, comprobar que está puesto el despertador…



Otras veces, las más, las ignoro, y duermo.


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