Lisboa
En Lisboa, en esa hermosa ciudad, te perdí, o no fui capaz de ganarte, o lo que sea. El Sueño terminó, ahora supongo que para siempre.
Y ha sido, pese a ello, un hermoso fin de semana, paseando por esa bellísima y triste ciudad, escuchando fados en la Adega do Ribatejo, sintiéndonos como en cuento de hadas junto al mar, junto a la Torre de Belem, bajo las estrellas. Leyéndonos poemas de Pessoa. Jugando a ser un fotógrafo del Vogue y su modelo (y así me sentía a veces: las fotos que te tomé allí son las mejores que jamás he hecho. No sabía que fuera capaz de algo así. Hay tantas cosas que desconocía antes de conocerte…)
Y, sin embargo, ya no estás. Sigo repleto de amor, temblando, soñando… Antes de conocerte no sabía que se pudiera amar tanto.
En estos momentos no me siento real, no siento que sea algo que existe… Me siento como una nebulosa, en expansión tras la muerte de su estrella, enfriándose, apagándose…