Naipes
No es infrecuente encontrar naipes por la calle, siempre boca abajo. Siempre te agachas, y, sin moverlos de donde están, los levantas, pues es obvio que están allí por algo, que son una señal (cuanto menos lo es para ti desde el instante en que le das la vuelta). Después lo dejas en su lugar, preguntándote si la siguiente persona que le de la vuelta verá la misma carta.
La de hoy era el seis de copas. Inocencia, nostalgia, retorno a una forma más sencilla de pensar, amor incuestionable.