Nostalgia del Reino

Anticristo / Frenesí

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Vi esta noche “Anticristo”, de Lars von Trier. O no la vi: me parecía una película visualmente poderosa, hasta interesante pese a lo aburrida que era, hasta que en muchos instantes del final tuve que apartar la mirada, y, simplemente, no pude más. Desconecté, y me limité a desear que terminara de una vez. El horror me superó y la sensación final es simplemente que se ha ido de rosca. Y se acabó. No hay más lugar para la reflexión, o ese poso que el buen cine siempre deja en ti durante horas, días, a veces toda la vida.

(Como esas dos imágenes que desde niño me persiguen y que aún a veces, de noche, en las oscuridad, se presentan: dos gemelas caminando por los pasillos del hotel, y Donald Sutherland señalando con el dedo y gritando)

Y recordé al verdadero maestro en este campo, a Hitchcock. Él sabía hasta donde llegar, sabía crear imágenes terriblemente espantosas, pero atraparte en ese punto exacto de horror justo antes de apartar la mirada, y mantenerte allí, pensando que en cualquier momento no vas a poder más, vas a cerrar los ojos y escapar, pero sin que puedas hacerlo, mirando asqueado, fascinado y aterrorizado para siempre.


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